¿Qué hipoteca elegir al comprar un inmueble?
Cuando uno se plantea la compra de un piso, ya sea una promoción de obra nueva o de segunda mano, hay unas preguntas que son recurrentes: ¿es mejor una hipoteca a plazo fijo o variable? ¿Qué es el tipo mixto? ¿Qué me conviene según mis necesidades? ¿Acabaré pagando mucho de interés fijo o variable cuando finalice la deuda?
Las hipotecas tipo fijo o variable son como los copos de nieve, no hay dos iguales y no hay un estándar que le valga a todo el mundo. Esto significa que en cada caso conviene saber manejar unos conceptos que puedas utilizar según tu conveniencia para obtener las mayores ventajas.
Sin entrar en otro tipo de hipotecas como la multidivisa, habrás descubierto tras una breve investigación que existen tres tipos hipotecarios diferentes: el fijo, el variable y el mixto. A continuación podrás encontrar las definiciones para saber si te conviene más el tipo mixto, el interés fijo o el variable.
Tipo fijo
Como su propio nombre indica el tipo fijo se trata de un interés que no varía durante la liquidación del préstamo hipotecario. No importa si te acaban de conceder la hipoteca o estás llegando a las últimas cuotas: vas a pagar el mismo interés sin variaciones respecto al interés de referencia.
Tipo variable
La diferencia entre interés fijo y variable está en que en una hipoteca a tipo variable el porcentaje de interés va a oscilar en función de lo fijado en los baremos publicados por el Banco de España (que dependen de un indicador llamado Euríbor). Por lo general esta hipoteca de interés variable actualizará la cuota del interés cada seis meses en función de los indicadores mencionados.
Tipo mixto
Una hipoteca de tipo mixto es una combinación de las anteriores. Es decir, son hipotecas donde las primeras cuotas (entre 6 y 12 meses) serán a un interés fijo para cambiar después al variable según las condiciones firmadas.