Si nunca te había planteado esto, te vamos a dar todas las claves en este artículo. Sigue leyendo para enterarte de qué influye en el interés de tu hipoteca.
¿Qué es el diferencial de una hipoteca y cómo se calcula?
La definición del diferencial es el porcentaje fijo que se suma al índice de referencia (Euríbor o similares) para obtener el tipo de interés de una hipoteca variable. Para expresar este tipo de interés se dice que el interés variable es igual al diferencial sumado al índice de referencia. La cifra que representa el diferencial es, dentro de los intereses, la parte que cobra el banco por prestar el dinero de la hipoteca. Durante toda la vida del préstamo tenemos que el diferencial es constante, sin embargo el índice de referencia puede variar según las condiciones del mercado.
¿Por qué es importante el diferencial de una hipoteca?
Entre otros factores, la importancia del diferencial radica en que afecta directamente al importe de la cuota mensual que se descuenta cada mes. Si tenemos un diferencial bajo, el tipo de interés será menor y por ende la cuota saldrá más barata (y viceversa). El coste total de la hipoteca por lo tanto también cambia. Al final redunda en la suma de todos los intereses que se pagan al banco. Lo más conveniente es entonces buscar la hipoteca con el diferencial más bajo posible siempre que no haya condiciones ocultas.
¿Cómo conseguir un diferencial bajo en una hipoteca?
Como comentábamos el diferencial de una hipoteca va a depender de condicionantes como el perfil de cliente, el plazo, el importe o el valor de la vivienda. Las claves para conseguir un diferencial bajo van a pasar por:
- Comparar las ofertas de todos los bancos que puedas y negociar con ellos para obtener una rebaja.
- Muchos de ellos van a tener requisitos de vinculación como contratar seguros, domiciliar la nómina, etc.
- Si aportas una entrada elevada, puede reducirse el porcentaje de financiación sobre el valor de la vivienda y salir una cuota más conveniente.
- En la medida de las posibilidades, escoger una plazo más corto puede ser favorable, siempre que se pueda asumir la cuota resultante.
Otro de los mecanismos existentes para reducir el diferencial de una hipoteca ya contratada es la subrogación. Este proceso consiste en cambiar la hipoteca de banco para obtener mejores condiciones.