El futuro (y presente) de la edificación de viviendas pasa por la industrialización. En torno a este mensaje, Luis García Malo de Molina, Director de Construcción de AEDAS Homes, vertebró su ponencia en la conferencia ‘Los retos del nuevo mercado’ celebrada en el salón Construtec de la feria de la edificación ePower&Building el 14 de noviembre.
Justificó este horizonte con afirmaciones de calado: “Nuestros clientes no van a esperar 3 años a que le entreguemos una vivienda”. “Hoy en día, una persona de entre 30 y 40 años en 3 años ha cambiado de estado civil y hasta puede haber cambiado de país de residencia”, esgrimió.
[Vídeo: Merian, la primera promoción industrializada de AEDAS Homes en Torrejón de Ardoz (Madrid)]
Subirse al tren de la tecnología y la innovación
Luis García Malo de Molina explicó que la promoción inmobiliaria, desde el punto de vista de los sistemas constructivos, se ha venido desarrollando casi de la misma manera en los últimos 100 años. “De este modo”, lamentó, “el sector de la construcción apenas ha incrementado su tasa de productividad en los últimos 20 años, mientras que la industria ha aumentado este ratio hasta un 200 %”.
“En AEDAS Homes nos hemos subido al tren de la tecnología y la innovación por el camino de la industrialización de la promoción residencial”, aseguró. Y adelantó que la propuesta de futuro de la compañía pasa por industrializar un porcentaje cada vez mayor de viviendas, mejorar los procesos y alinear a todas las partes intervinientes.
La digitalización como motor de los cambios
El directivo de AEDAS Homes identificó un punto en común en todos estos cambios: la digitalización. Para después recordar que “la tecnología no ha avanzado tan rápido en nuestro sector, en el que cuesta mucho innovar”. Habló de reinvención como algo intrínseco a la subsistencia, pero siempre marcada por la cautela. En este caso, entendida la cautela como un periodo necesario de convivencia y transición entre la construcción tradicional y la industrialización.
En este sentido, el Director de Construcción de la promotora aclaró que “la industrialización requiere de la alineación de todos los actores que participan en la promoción de viviendas: desde el promotor al constructor pasando por proveedores, arquitectos, etc.”. Respecto a estos últimos dejó muy claro que la industrialización debe estar al servicio de la arquitectura.
Innovación, innovación e innovación
Después de hacer el diagnóstico de la situación, Luis García Malo de Molina incidió en una evolución de la construcción residencial ligada a la industrialización. “Hay que innovar en procesos, pasar de un modelo secuencial a uno simultáneo que posibilita la realización de varios trabajos en paralelo”.
De este modo, defendió la producción en serie llevando los trabajos a las fábricas. Destacó las dos principales ventajas que supone la industrialización de la promoción de viviendas: la reducción de los plazos de entrega a 9-12 meses (cuando lo habitual es entre 18 y 24 meses) y la mejor calidad del producto acabado. Además, habló de la disminución de los residuos, la mayor seguridad en las obras, la conciliación familiar y la mayor incorporación de la mujer a la industria de la construcción.
“Evolucionar es responsabilidad de todos”
Concluyó su ponencia con un mensaje directo dirigido a todo el sector de la construcción y de la promoción residencial: “Trabajar por mejorar nuestra industria es responsabilidad de todos los que estamos en ella. La industrialización, la innovación y la sostenibilidad en los procesos de la edificación es nuestro objetivo. Estamos dando ese salto tecnológico y no hay marcha atrás. No es el futuro, es el presente”.