Según la ONU, el mundo está cada vez más urbanizado. Sus datos indican que desde 2007 la mitad de la población mundial vive en ciudades y se espera que para el año 2030 la cifra alcance el 70 %. La actividad de las ciudades genera un 60 % del PIB mundial –lo que pone de manifiesto la importancia de los núcleos urbanos en el desarrollo económico–, pero al mismo tiempo causa 70 % de las emisiones a la atmósfera y consume el 60 % de los recursos globales. Estos datos evidencian la necesidad de avanzar hacia un modelo de ciudades sostenibles para evitar el colapso de las estructuras urbanas.
Una consecuencia de esta tendencia es el desarrollo de megaúrbes en las que la desigualdad social se hace más evidente debido a la falta de acceso a recursos, infraestructuras y servicios por parte de los habitantes de las zonas más pobres. Al mismo tiempo, esta situación genera un impacto ambiental negativo y un crecimiento urbano descontrolado.
Teniendo en cuenta esta información, resulta fundamental establecer una hoja de ruta para la creación de ciudades sostenibles que ofrezcan calidad de vida a sus habitantes sin comprometer el futuro de los recursos. En este sentido existen distintas iniciativas cuyo objetivo es fijar las líneas de actuación en materia de construcción sostenible como Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU o la Carta Europea de las Ciudades Sostenibles.
¿Qué son las ciudades sostenibles?
Dentro de la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible de la ONU se establecen una serie de parámetros para la creación de ciudades sostenibles. Para alcanzar esta consideración, el desarrollo urbano debe apoyarse en tres pilares: sociedad, economía y medio ambiente. Se trata de tres puntos de vista interrelacionados que no pueden llevarse a cabo unos sin los otros.
1. Sociedad
En este punto del desarrollo sostenible de las ciudades, las personas se sitúan en el centro de los planteamientos urbanísticos. La movilidad y desarrollo social están estrechamente ligados para alcanzar el bienestar de los habitantes y proporcionar altos niveles de calidad de vida de forma democrática y transversal.
2. Economía
Como hemos visto, las ciudades son el principal motor económico a escala global. Sin embargo, de nada sirve un desarrollo descontrolado que no repercuta de forma positiva en las condiciones de vida de los ciudadanos. Por este motivo, el entorno empresarial y el desempeño económico son aspectos irrenunciables en el desarrollo de ciudades sostenibles.
3. Medio ambiente
Como no puede ser de otra manera, la gestión de las fuentes de energía, de los recursos naturales y de los residuos es un elemento vital en el crecimiento urbano sostenible. La lucha contra el cambio climático es el propósito fundamental que se persigue desde la urbanización sostenible a través de la reducción de emisiones de CO2.
Características de los edificios en las ciudades sostenibles
Dentro de los planteamientos de ciudades sostenibles, la construcción de edificios verdes es un elemento de vital importancia. Los edificios residenciales e institucionales deben minimizar su impacto ambiental y contribuir al desarrollo social y económico sostenible de las ciudades. Para ello, los procesos de construcción deben adaptarse a una serie de estrategias de obligado cumplimiento.
Integración en el entorno urbano
Además de su aspecto arquitectónico, los edificios deben asumir una responsabilidad en el espacio urbano. Su disposición genera espacios como plazas y calles, por lo que una planificación arquitectónica ordenada es fundamental para conseguir ciudades funcionales desde el punto de vista de la movilidad.
El diseño urbano basado en la proliferación de zonas verdes es una estrategia muy efectiva para la lucha contra el cambio climático. Los parques urbanos tienen un papel muy importante en la limpieza del aire de las ciudades y, a nivel arquitectónico, plantean interesantes opciones de rehabilitación de áreas metropolitanas.
Utilización de fuentes de energía y materiales eficientes
Para cumplir con el objetivo de reducción de emisiones de las ciudades sostenibles, la construcción juega un papel fundamental. Se calcula que los edificios son los responsables del 50 % de las emisiones de CO2 a la atmósfera, un dato que pone de manifiesto la necesidad de abordar nuevas vías de abastecimiento energético.
Así, los Edificios de Consumo Casi Nulo se plantean como la alternativa constructiva más sostenible, ya que buscan ser plenamente autosuficientes en la satisfacción de las demandas energéticas derivadas de su uso. Este objetivo se consigue por una doble vía: por un lado, disminuir la demanda energética utilizando técnicas y materiales eficientes; y, por otro lado, emplear fuentes de energía renovables durante la vida útil del edificio.
La creación de ciudades sostenibles es un proceso que involucra a todos los agentes: instituciones, profesionales y usuarios. El compromiso de todas las partes para la creación de modelos eficientes es la única vía para alcanzar el desarrollo urbano que sea capaz de satisfacer las demandas de los habitantes y preservar el entorno para las generaciones futuras.