El desperdicio de plásticos es uno de los problemas medioambientales más graves. Una gran parte de las bolsas, envases y utensilios de plástico que se fabrican acaba en los mares y pone en peligro la supervivencia de los ecosistemas oceánicos. Aunque guardar el plástico que consumimos para su posterior reciclaje en plantas especializadas es una buena práctica, la solución más ecológica es una reducción drástica de su uso. En muchas ocasiones es realmente complicado evitar el consumo de plásticos, pero podemos darles una segunda vida con estas sencillas ideas para reciclar plástico en casa.
1. Macetas con botellas de plástico
Las botellas de plástico son uno de los objetos desechables que más frecuentemente se pueden encontrar ensuciando mares, ríos, bosques… Su degradación puede tardar hasta 1.000 años, por lo que encontrar un nuevo uso para ellas será un gesto muy beneficioso para el medioambiente.

El telefato de polietileno, o PET por sus siglas en inglés, es el material plástico reciclable más utilizado debido a que es económico, resistente, ligero y maleable. Estas características pueden resultarnos muy útiles también a la hora de darle una segunda vida como maceta, por ejemplo. Bastará con recortar un trozo de la botella, llenarla de tierra y plantar tu especie favorita. También se pueden unir varias botellas para crear un original jardín vertical.
2. Manualidades con tapones de plástico
Si las botellas son uno de los contaminantes más frecuentes, los tapones suponen un problema añadido. A la hora de depositar las botellas en el contenedor amarillo, se recomienda no aplanarlas e incluir el tapón, pero eso no siempre es posible porque resulta muy fácil perderlos.

Para reducir la cantidad de residuos plásticos, podemos optar por reconvertir los tapones de las botellas en nuevos objetos, como por ejemplo posavasos, mosaicos, cestas o broches. Para transformarlos en un material nuevo bastará con cubrir los tapones con papel de horno y aplicar calor con la plancha. Si se colocan varios tapones juntos al realizar esta operación quedarán pegados unos a otros. Ten mucho cuidado de no quemarte y realiza la actividad con máxima precaución.
3. Lámparas con bolsas de plástico
Si bien es cierto que las campañas para reducir el uso de bolsas de plástico han tenido una gran acogida, todavía queda mucho camino por recorrer hasta conseguir que desaparezcan completamente: se calcula que en el mundo se desperdician 200.000 bolsas por segundo y que una bolsa de plástico puede tardar hasta 700 años en descomponerse. La mejor estrategia para controlar la contaminación que generan las bolsas de plástico es dejar de utilizarlas. Así de simple. Sin embargo, todos tenemos bolsas de plástico en casa y es posible darles una nueva vida para evitar su desperdicio. Una manera sostenible y elegante de conseguir este objetivo es fabricar lámparas con las bolsas.
Es muy sencillo: solo hay que cortar un círculo de cartón en el que clavaremos palillos largos de forma equidistante. Cortamos una bolsa en tiras y las clavamos en los palillos de la forma que más nos guste. Al final, tapamos la parte superior con un aro de cartón e introducimos el portalámparas con una bombilla LED, que no emite calor.
4. Manualidades infantiles con platos y vasos de plástico
Europa se prepara para la prohibición de los plásticos de un solo uso en 2021. De esta manera se planea revertir los desastrosos datos que indican que solo en el océano Pacífico se acumulan 90.000 toneladas de basura.

Mientras esta medida se hace efectiva, podemos poner en marcha un taller de manualidades con una doble función: reciclar plástico en casa y concienciar a los más pequeños sobre la contaminación. Si además les proponemos crear figuras de animales a partir de estos materiales, estaremos contribuyendo a despertar su curiosidad sobre el medioambiente y a estimular su imaginación.
5. Juguetes con envases de plástico
Otra manera de involucrar a los más pequeños en el reciclaje es proponerles la construcción de juguetes con envases de plástico que pueden encontrar en casa.

Los envases de detergente suelen fabricarse con polietileno, un plástico de alta densidad y dureza. Gracias a estas características es un material perfecto para construir juguetes seguros y duraderos. Camiones, guitarras o casas de muñecas son algunos de los ejemplos que podemos proponerles a los más pequeños de la casa para que aprendan la importancia del reciclaje mientras se divierten creando sus propios juguetes.
Como vemos, reciclar plástico en casa resulta muy sencillo y puede llevarse a cabo de muchas maneras distintas. Lo importante es dotar a los plásticos de una segunda vida que impida su desperdicio y sustituir su uso por otros materiales más sostenibles.
Reducir la contaminación es tarea de todos.