Uno de cada cuatro habitantes de 25 a 65 años de la Comunidad Valenciana desea cambiar de casa en los próximos dos años. Este deseo es más fuerte entre los jóvenes de entre 25 y 35 años: un 40% que querría mudarse antes de dos años, un 33% daría este paso en un plazo de entre dos y cinco años, y un 17% lo haría transcurridos más de cinco años. Sólo el 10% de los jóvenes no desea cambiar de vivienda. Así lo reflejan los datos del último ‘Observatorio AEDAS Homes’ [PDF: Descarga el Observatorio] que analiza las tendencias y valoraciones relativas al mercado inmobiliario en toda España.
El estudio de AEDAS Homes, promotora de viviendas de referencia a nivel nacional, tiene el propósito de entender mejor la demanda de vivienda tras los cambios que ha traído la crisis generada por la COVID-19. Con este objetivo, la compañía ha entrevistado a cerca de 4.000 personas, incluyendo por primera vez preguntas sobre indicadores como la felicidad, la digitalización y la sostenibilidad para medir su impacto en la decisión de compra de una casa.
La intención de mudanza entre los jóvenes de la región va ligada a que son los menos felices en sus viviendas de toda España, con una valoración del 6,6, según el estudio. "El deseo de cambiar de casa se reduce a mayor edad, a la vez que crece el nivel de felicidad. Así, el 22% de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana de 36 a 50 años no se plantea cambiar y sitúa su nivel de felicidad en el 7,2; porcentaje que crece al 45% entre los de 51 y 65 años, con una felicidad de 7,6", remarca Jorge Valero, Director de Data y Transformación Digital de AEDAS Homes.
Pensando en este cambio de vivienda, el 34% cree que sería más sencillo dar el salto a la compra si se recupera la desgravación fiscal, mientras que el 28% aboga por las hipotecas que financian más del 80% del coste de la casa y un 25% pide una reducción de impuestos. En este sentido, un 13% de los habitantes de la región valora el alquiler con opción a compra como una vía de acceso a una casa en propiedad. Respecto al arrendamiento, un 36% ya ve el alquiler como una posibilidad para toda la vida, uno de los niveles más elevados de España.
Buena calidad de las casas
Además, los habitantes de la Comunidad Valenciana están entre los que mejor opinión tienen sobre la calidad de sus casas, con una nota media de 6,8, misma valoración que Aragón o Principado de Asturias y sólo por debajo de Castilla-La Mancha (7).
"Sin embargo", matiza Jorge Valero, "otorgan una de las valoraciones más bajas tanto a la satisfacción con su urbanización como a la calidad de la zona donde se encuentra su casa, con un 6,5 y un 7,5, respectivamente". "Muy posiblemente", continúa, "este aspecto podría ser uno de los detonantes que esté impulsado ese elevado nivel de interés por cambiar de casa y que afectaría a que más de 650.000 habitantes de la Comunidad Valenciana quieran mudarse de casa en menos de dos años".
Alto nivel de digitalización
Por otra parte, el nivel de digitalización de las viviendas en la Comunidad Valenciana, pese a estar en cotas muy bajas como en el resto de zonas analizadas, es del 3,8 puntos sobre 10, la nota más alta junto a Cataluña y La Rioja. De este modo, los valencianos afirman que utilizan bastante los equipamientos tecnológicos en sus casas como, por ejemplo, los robots aspiradores, asistentes por voz o cerraduras inteligentes.
En cuanto a sostenibilidad, el 57,7% de la población de la Comunidad Valenciana está dispuesta a comprar una casa más sostenible aunque sea más cara. En concreto, los ciudadanos de la Comunidad Valenciana incrementarían en un 13,8% su presupuesto para adquirir una casa sostenible. Esto es, más de 18.000 euros, ya que el precio medio de una vivienda en la región asciende a los 131.259 euros según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La casa soñada por los ciudadanos valencianos
Por último, los habitantes de esta región que se plantean cambiar de casa o que están en proceso de búsqueda tienen claro cómo sería la casa de sus sueños: estaría situada en una zona tranquila y sería un inmueble con altas calidades de construcción y con terraza o jardín. Además, apuntan como prioritarios aspectos como una buena orientación con luz natural y un salón y cocina de gran tamaño. Por el contrario, entre los elementos a los que sí renunciarían se encuentran las pistas deportivas o el gimnasio, sistemas domóticos o zonas infantiles.