Salón comedor del piso piloto de Escalonia I, promoción de AEDAS Homes en Las Rozas con ventilación de doble flujo.

Tradicionalmente se ventilaban las viviendas mediante la apertura de ventanas. Dado que cada día se buscan viviendas más herméticas, eficientes y con una mayor calidad del aire que respiramos, existe una solución moderna como es el doble flujo que filtra el aire introducido en la vivienda y minimiza el gasto energético para calentarlo (en invierno) o enfriarlo (en verano).
 

Este sistema funciona como una central de extracción de aire viciado e introducción de aire limpio a través de filtros que lo depuran, lo que garantiza una extraordinaria calidad del aire interior. Un sistema idóneo para personas alérgicas o sensibles a humos.
 

Además de la renovación del aire, la ventilación de doble flujo posibilita un confort térmico y una climatización optimizada, lo que redunda en un importante ahorro de energía durante todo el año.


¿Dónde se produce exactamente el ahorro de energía? En el hecho de que el aire templado que sale de la casa se cruza, dentro del intercambiador térmico, con el aire que entra del exterior. En ese cruce, sin mezclarse ambos aires en ningún momento, el aire que sale es capaz de traspasar su energía al aire que entra.
 

Por tanto, la energía que tiene que gastarse para terminar de ajustar la temperatura del aire nuevo que ha entrado en la casa será mucho menor. En palabras de José María G. Romojaro, Director Técnico de AEDAS Homes, “todo el mundo entiende que para calentar aire de 5 a 22ºC hay que gastar más energía que si solo hay que calentarlo de 17 a 22ºC”.
 
Efectivamente, en invierno, las casas con ventilación de doble flujo ahorran energía porque el intercambiador térmico realiza el trabajo duro de calendar drásticamente el aire de 5 a 17ºC. Después, con tan solo calentar el nuevo aire entrante unos 5ºC, ya tendríamos la temperatura de 22ºC deseada en el interior de la vivienda.

 
En verano este sistema funciona a la inversa. El aire interior saliente que está a 22ºC enfría el aire exterior entrante que está, por ejemplo, a 35ºC dejándolo en 26ºC. Con tan sólo enfriar el nuevo aire unos 4ºC, utilizando un aire acondicionado, ya tendríamos la temperatura de 22ºC deseada.


Hoy en día, los fabricantes de los sistemas de ventilación de doble flujo pueden llegar a certificar una recuperación térmica de hasta el 95% de la energía del aire que se expulsa.

Como indica Romojaro, “el aire interior que debemos expulsar fuera de la casa es el aire viciado que típicamente se concentra en las estancias húmedas -baños, cocina o lavadero- y que contiene CO2, impurezas y malos olores”. “A cambio”, añade, “nos interesa insuflar en la casa aire de calidad y atemperado en las habitaciones secas -salón y dormitorios-”.


“Los tubos de ventilación que extraen el aire viciado de las zonas húmedas junto con los tubos que insuflan aire puro en las zonas secas terminan en el ‘pulmón’ del sistema, que es el intercambiador térmico que hace que todo funcione”, explica el Director Técnico de AEDAS Homes.


By pass en verano

Algunos equipos disponen de un intercambiador térmico inteligente que cuando detecta, en las frescas noches de verano, que la temperatura exterior es inferior a la interior, activa la función de by pass, es decir, no cruza el aire saliente con el entrante porque no es necesario. Simplemente, expulsa el aire caliente de la casa y deja entrar el aire fresco exterior. “Este proceso se conoce como free cooling, recuerda Romojaro.

El directivo de AEDAS Homes destaca el valor de la ventilación de doble flujo en el marco normativo del nuevo Código Técnico de Edificación (CTE), dado que las demandas térmicas de las casas se reducen notablemente mientras que aumenta su hermeticidad. “La renovación de aire con recuperación de energía será vital para el sector ya que,
un aire limpio, fresco y renovado es quizás la primera aspiración que debemos tener para hablar de espacios saludables”, concluye.

Así funciona el sistema de ventilación de doble flujo con recuperación de calor