2020 será recordado históricamente como el año de la pandemia del COVID-19. Un año de grandes cambios -no sabemos si temporales o para siempre- también en el mercado de la vivienda, donde el COVID-19 ha traído consigo varias lecciones inmobiliarias en forma de nuevos estilos de vida y nuevas tendencias, como reflejan los estudios sobre demanda de AEDAS Homes tras el confinamiento. Además, la crisis sanitaria nos ha enseñado a unos jóvenes convencidos de su intención de comprar una vivienda a pesar de la pandemia.
La primera de lecciones inmobiliarias del COVID-19, y quizá la principal, pasa por las nuevas preferencias de la demanda, que ahora valora más que nunca las ubicaciones en las afueras de las ciudades, los espacios al aire libre como terrazas o jardines, las superficies más amplias, las estancias para el teletrabajo, las zonas comunes o las medidas de sostenibilidad.
“Según el estudio sobre ‘El impacto del confinamiento en la demanda de vivienda de los jóvenes’ de AEDAS Homes de julio, el interés por comprar nuevas viviendas con despacho se había disparado un 105%; con piscina, un 27%; y con terraza y/o jardín, un 23%. Por el contrario, el interés por vivir cerca de colegios, de centros de ocio o del trabajo había caído entre un 15% y un 18%”, apunta Jorge Valero, Director de Data y Transformación Digital de AEDAS Homes.
La vivienda de obra nueva resiste mejor la crisis
La segunda de las lecciones es que las nuevas cualidades más apreciadas de una vivienda las cubre, fundamentalmente, la obra nueva, de ahí que este segmento residencial esté aguantando mejor la crisis del COVID-19 que la segunda mano, como reflejan las estadísticas de compraventas y precios. Mientras el precio de la segunda mano sólo subió un 0,8% en el tercer trimestre respecto 2019, la obra nueva se encareció un 7,5%, según el INE. En cuanto a las compraventas, la vivienda nueva copa hasta el 20% de las operaciones totales en los meses post confinamiento, una proporción inédita en la última década, un periodo en el que se situaba en torno al 90%-10%.
Siguiendo con las nuevas tendencias, el COVID-19 ha avivado el interés por las viviendas unifamiliares (tercera lección), tipología que da respuesta a muchos de los nuevos requisitos de la demanda. “En AEDAS Homes, las ventas de chalets se han incrementado en torno a un 30% desde el confinamiento y las transacciones de viviendas en altura alrededor de un 10%. Además, la proporción de ventas en AEDAS Homes ha pasado de 85% de pisos y 15% de viviendas unifamiliares a un 82,5% y 17,5%, respectivamente”, informa Jorge Valero.
Jóvenes convencidos
La cuarta de las lecciones que ha enseñado el COVID-19 en vivienda, y quizá la más relevante, es la determinación de los jóvenes con intención de comprar una vivienda. Según el estudio ‘Jóvenes y Vivienda 2020’, de diciembre, el impacto de la segunda ola de la pandemia no ha frenado esta intención en la mayoría de los jóvenes que buscaban una casa. “Entre los que quieren una primera casa, 7 de cada 10 siguen con sus planes de compra; y en el caso de los que ya poseen una vivienda y quieren cambiar, hasta 8 de cada 10 mantienen su idea”, remarca Jorge Valero.
Por comunidades autónomas, los más firmes en su decisión de comprar una primera vivienda a pesar del COVID-19 son los jóvenes de Asturias y Cantabria (el 87,5% mantiene su intención de adquirir una casa), por delante de los catalanes (76,8%), andaluces (75%), extremeños (71,4%), canarios (71,1%), valencianos (68,9%) y murcianos (68,8%). En Madrid, el mercado residencial más importante del país, el porcentaje de jóvenes que continúan decididos a adquirir su primera casa asciende hasta el 61,4%.
“Al contrario que en la crisis financiera de 2008, según nuestro estudio, esta vez la crisis sanitaria no está paralizando a la demanda joven de vivienda”, concluye Jorge Valero.