La arquitectura es tan mágica que envuelve con sus trabajos un sinfín de emociones. ¿Quién no se ha sentido diminuto bajo el Empire State? ¿Quién no se ha dado cuenta del privilegio que supone contemplar la Sagrada Familia? Al ver el Taj Mahal, ¿no se encoge el estómago ante semejante monumento? Los edificios más famosos del mundo recrean en sus espectadores todo un mundo de sentimientos. Lo que no sabías es que algunos de los que te han sobrecogido al contemplarlos son obra de mujeres.
Para celebrar el Día de la Mujer, desde AEDAS Homes hacemos una recopilación de cuatro edificios que pasaron por manos femeninas. Echa un vistazo, ¡y disfruta!
[Lee aquí: Grandes mujeres que marcaron la historia del diseño]
One World Trade Center (EE.UU.)
Los trágicos atentados del 11 de septiembre de 2001 dieron fin al clásico skyline neoyorquino protagonizado por las Torres Gemelas. En su lugar, años más tarde, se levantó en honor a las víctimas una nueva estructura bautizada como Freedom Tower (Torre de la Libertad).
En la consecución del que se ha convertido en el sexto rascacielos más alto del mundo –554 metros– tuvo mucho que ver la arquitecta Nicole Dosso. Si bien es cierto que el arquitecto oficial del proyecto fue David Childs, Dosso se encargó de materializarlo y por eso su nombre ha quedado firmemente unido a la reconstrucción del World Trade Center.
Puente de Brooklyn (EE.UU.)
También en Nueva York se sitúa uno de los puentes más icónicos del mundo. Se trata del puente de Brooklyn, llamado así porque une los distritos de Brooklyn y Manhattan. Sus casi 2 kilómetros de largo se empezaron a construir en 1870 bajo la dirección de John Roebling, que no vio terminada su obra porque falleció por tétanos durante los trabajos.
A su muerte, su hijo Washington y su nuera Emily se hicieron cargo del puente. Emily Warren Roebling no tenía conocimientos en arquitectura, pero su iniciativa y disposición le ayudaron a aprender tanto matemáticas como ingeniería de manera autodidacta. De hecho, Emily ejerció como ingeniera jefa en obra después de que su marido sufriera una enfermedad que le impedía desarrollar sus funciones. Cuando en 1883 se terminó el puente, esta mujer fue la primera persona en cruzarlo subida en carruaje.
Edificio Montevideo (Países Bajos)
Si hay algo que caracteriza a los Países Bajos son sus extensas planicies. El país de los canales y los tulipanes destaca por la ausencia de grandes relieves en su orografía, aunque hay un punto discordante en esta tónica general. Hablamos del edificio Montevideo, en Rotterdam, cuya altura de 140 metros le hace destacar en color rojizo sobre la orilla del río Nieuwe Maas.
Este rascacielos ha recibido múltiples precios y menciones en prestigiosos galardones como el International Highrise Award, y está firmado por el estudio Mecanoo. En él trabaja la arquitecta Francine Houben, quien puso su talento a disposición de uno de los edificios más reconocidos de los Países Bajos.
Museo d’Orsay (Francia)
Si alguien nos preguntara qué preferimos, tendríamos muy difícil la elección. La belleza del Museo d’Orsay es tal que resulta imposible decidir si el exterior resulta más embriagador que el interior, o viceversa. Aunque su origen fue una estación de tren construida para la Exposición Universal de París celebrada en 1900, este magnífico espacio lo ocupan actualmente las diferentes exposiciones que acoge el museo.
En 1981, la arquitecta italiana Gae Aulenti fue la elegida para llevar a cabo el proyecto de remodelación y adecuación del museo. También en la capital francesa, Aulenti participó en la remodelación del Musée National d’Art Moderne en el Centro Pompidou. En España, la arquitecta dejó su firma en el edificio Italia de la EXPO 92 en Sevilla.